Hoy escribo sobre una novela corta desgarradora: "Y tú no regresaste" (VER FICHA LIBRO), editada por la editorial Salamandra (VER WEB).
Su autora, la cineasta y escritora francesa Marceline Loridan-Ivens (WIKIPEDIA), que actualmente cuenta con 88 años, estuvo prisionera en varios campos de concentración nazis, siendo deportada cuando tenía 15 años junto a su padre a uno de los mayores campos de concentración y exterminio, el de Auschwitz-Birkenau.
Auschwitz-Birkenau, unidos por la historia con un guión y tan separados en la realidad de lo que pasó y en los recuerdos de Marceline, pues fue separada de su padre nada más llegar, en una de las muchas clasificaciones que hacían en los campos de concentración.
La novela apenas tiene 90 páginas, y su autora desnuda sus sentimientos a modo de carta que necesita escribirle a su padre. En ella cuenta sus recuerdos de aquel horror durante el tiempo que allí permaneció recluida: personas con las que coincidió, olores, trabajos que le obligaban a hacer, hambre, muerte, ... También el horror mental que siguió a su liberación, y cómo le afectó posteriormente, y en todos los ámbitos de su vida, su paso por los campos. Incluso cuenta cómo llegó a sentirse una extraña en su propia familia al volver con ellos tras la liberación.
Pero siempre, entre tanta miseria y dolorosa vida, Marceline guarda un gran recuerdo, respeto y amor hacia su padre, al que llega a idealizar hasta el punto de llegar a casarse con un hombre 30 años mayor que ella.
La autora y superviviente de esta histórica barbarie, a modo de escudo emocional y social, se procuró una asombrosa memoria selectiva y una particular amnesia como forma de vida actual tras sobrevivir a la barbarie. Los recuerdos de Marceline de lo que ocurrió dentro del campo son vagos y confusos, o nítidos y concisos. O todo en uno.
Así, Marceline tiene un único recuerdo claro de aquel horror que le tocó vivir. Una frase que su padre le dijo cuando aún no les habían separado e iban camino de Auschwitz: "Tú podrás regresar, porque eres joven, pero yo ya no volveré". Una frase lapidaria y que a Marceline se le antojaba premonitoria. Una frase que no quería que se cumpliese.
Pero, una vez retenidos sólo volvió a saber de su padre en dos ocasiones más, relatadas en el libro también. Marceline incluso borra de su memoria lo que su padre le escribió y consiguió hacer llegar, esquivando todos los controles, en un trozo de papel, del que apenas recuerda una palabra.
Todas las páginas de esta novela corta no son más que los sentimientos más íntimos de su autora, moldeados por el horror que le tocó sufrir, y que necesita expulsar de su cuerpo. Lo lleva haciendo desde que fue liberada, bien contando sus recuerdos a quien la quiera escuchar, bien a través de su cine o sus libros.
"Y tú no regresaste" es un libro necesario. Lo recomiendo.
FRASES SUBRAYADAS:
Su autora, la cineasta y escritora francesa Marceline Loridan-Ivens (WIKIPEDIA), que actualmente cuenta con 88 años, estuvo prisionera en varios campos de concentración nazis, siendo deportada cuando tenía 15 años junto a su padre a uno de los mayores campos de concentración y exterminio, el de Auschwitz-Birkenau.
Auschwitz-Birkenau, unidos por la historia con un guión y tan separados en la realidad de lo que pasó y en los recuerdos de Marceline, pues fue separada de su padre nada más llegar, en una de las muchas clasificaciones que hacían en los campos de concentración.
La novela apenas tiene 90 páginas, y su autora desnuda sus sentimientos a modo de carta que necesita escribirle a su padre. En ella cuenta sus recuerdos de aquel horror durante el tiempo que allí permaneció recluida: personas con las que coincidió, olores, trabajos que le obligaban a hacer, hambre, muerte, ... También el horror mental que siguió a su liberación, y cómo le afectó posteriormente, y en todos los ámbitos de su vida, su paso por los campos. Incluso cuenta cómo llegó a sentirse una extraña en su propia familia al volver con ellos tras la liberación.
Pero siempre, entre tanta miseria y dolorosa vida, Marceline guarda un gran recuerdo, respeto y amor hacia su padre, al que llega a idealizar hasta el punto de llegar a casarse con un hombre 30 años mayor que ella.
La autora y superviviente de esta histórica barbarie, a modo de escudo emocional y social, se procuró una asombrosa memoria selectiva y una particular amnesia como forma de vida actual tras sobrevivir a la barbarie. Los recuerdos de Marceline de lo que ocurrió dentro del campo son vagos y confusos, o nítidos y concisos. O todo en uno.
Así, Marceline tiene un único recuerdo claro de aquel horror que le tocó vivir. Una frase que su padre le dijo cuando aún no les habían separado e iban camino de Auschwitz: "Tú podrás regresar, porque eres joven, pero yo ya no volveré". Una frase lapidaria y que a Marceline se le antojaba premonitoria. Una frase que no quería que se cumpliese.
Pero, una vez retenidos sólo volvió a saber de su padre en dos ocasiones más, relatadas en el libro también. Marceline incluso borra de su memoria lo que su padre le escribió y consiguió hacer llegar, esquivando todos los controles, en un trozo de papel, del que apenas recuerda una palabra.
Todas las páginas de esta novela corta no son más que los sentimientos más íntimos de su autora, moldeados por el horror que le tocó sufrir, y que necesita expulsar de su cuerpo. Lo lleva haciendo desde que fue liberada, bien contando sus recuerdos a quien la quiera escuchar, bien a través de su cine o sus libros.
"Y tú no regresaste" es un libro necesario. Lo recomiendo.
FRASES SUBRAYADAS:
"Sobrevivir hace que las lágrimas de los otros se vuelvan insoportables."
"También comencé a escribir, pero rompía todo lo escrito. Nadie quería mis recuerdos."
"Hace falta envejecer para acceder a los pensamientos de los padres."
"La humanidad parecía brotar de nuevo. Aquello no era todavía esperanza. Estábamos seguras de haber escapado del gas, no de la muerte."
"[...] marchamos sin saber adónde vamos, sin saber cuántos días hace que caminamos, sin acabar de comprender que somos nosotras quienes hemos vencido [...]"
"A ella también la mataron los campos sin haber estado nunca en ellos. Muerta de no poder hablarte, explicarte, encontrarte."
"[...] porque regresar no quería decir sobrevivir [...]"
"[...] si me he mantenido flaca y menuda es porque con frecuencia, delante del espejo, diez, veinte años más tarde, he pensado: Debo seguir delgada y esbelta para que no me envíen al gas la próxima vez."
"Le tengo horror a la carne y a su elasticidad."
"También comencé a escribir, pero rompía todo lo escrito. Nadie quería mis recuerdos."
"Hace falta envejecer para acceder a los pensamientos de los padres."
"La humanidad parecía brotar de nuevo. Aquello no era todavía esperanza. Estábamos seguras de haber escapado del gas, no de la muerte."
"[...] marchamos sin saber adónde vamos, sin saber cuántos días hace que caminamos, sin acabar de comprender que somos nosotras quienes hemos vencido [...]"
"A ella también la mataron los campos sin haber estado nunca en ellos. Muerta de no poder hablarte, explicarte, encontrarte."
"[...] porque regresar no quería decir sobrevivir [...]"
"[...] si me he mantenido flaca y menuda es porque con frecuencia, delante del espejo, diez, veinte años más tarde, he pensado: Debo seguir delgada y esbelta para que no me envíen al gas la próxima vez."
"Le tengo horror a la carne y a su elasticidad."
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instagram: rossygram_
Ya es la cuarta reseña que leo esta mañana y sólo te puedo decir que estoy deseando leerla.
ResponderEliminarFeliz semana
¡Mua!
Qué preciosidad de novela y qué durísima es pero aún así no puedo dejar de recomendarla.
ResponderEliminarBesos
Lo compré con las primeras reseñas y cada vez que os leo tengo más ganas de ponerme con él.
ResponderEliminarBesos
Quiero leerla, kleanex en mano, dicen que es muy emotiva.
ResponderEliminarBEsos
Me lo apunto. Este tipo de libros suelen gustarme.
ResponderEliminarBesotes.
Sí, la verdad que parece de esos libros necesarios...
ResponderEliminarbEsos!
Tiene muy buena pinta, y todas vuestras reseñas son contando lo bueno que es. Lo quiero leer si o sí.
ResponderEliminarBesitos
¡Hola, guapa! Tengo muchas ganas de leer este libro, pues, no sé si ya te comenté, me interesan mucho este tipo de testimonios y ya he leído varios como "El hombre en busca del sentido", "La estepa infinita"... todos terminan aportándote algo a tu alma lectora. Besos
ResponderEliminarHe leído tu reseña y me he apuntado el título.
ResponderEliminarMe llama la atención esta temática y espero leerlo.
Muchas gracias.
Cuánto me alegro que te haya gustado. Saludos :D
ResponderEliminarMe alegro lo disfrutaras, a mi no me llama mucho así que lo dejo pasar, pero muy buena reseña.
ResponderEliminarLa tengo apuntada porque no dejo de leer buenas reseñas sobre ella. Besinos.
ResponderEliminarHola! La verdad es que este tipo de libros me suelen gustar por muy duros que sean. Me lo apunto! Muy buena reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Últimamente no paro de leer reseñas muy positivas de esta novela. Tengo que leerla.
ResponderEliminarBesotes!!
Le tengo muchas ganas, la temática me gusta =)
ResponderEliminarBesotes
Con el mal cuerpo que se me quedó después de visitar Auschwitz hace años, fijo que pasaré mal rato con esta lectura. Pero si la recomiendas, lo mismo me animo con ella.
ResponderEliminarEste libro me encantó. Es sencillamente maravilloso. Besos.
ResponderEliminarDesgarradora, vital,....se me ha puesto la piel de gallina leyendo tu reseña. Creo que debería ser lectura obligatoria desde los años más tempranos de instituto. Un testimonio que puede salvar vidas y almas.Sin duda me lo apunto, lo leeré y mis hijos tb!
ResponderEliminarJolín que fuerte!! :(
ResponderEliminarNo estoy yo para tanto sufrimiento aunque sea necesaria... Tal vez más adelante ;)
ResponderEliminarMe parece de esos libros para momentos especiales. Una lectura necesaria.
ResponderEliminarUn abrazo
Se la ví MariAngeles y corri a comprarla, despues de leerte decir que es un libro necesario, no me quedan ya dudas.
ResponderEliminarAcabo de volver hacer la suscripcion porque no me llegaban tus entradas.
Besos