El libro que hoy reseño en el blog, "Catálogo de juguetes" (VER FICHA LIBRO), es una colección de textos acerca de los juguetes más significativos de la infancia y adolescencia de su autora, la italiana Sandra Petrignani (VER WEB), que nació a principios de los años cincuenta y cumple años el mismo día que yo*.
Por la diferencia generacional existente entre la autora y yo, no creí que fuese a tener tantos juguetes en común con ella pero la verdad es que jugué con casi todos los que aparecen en el libro, que me ha parecido muy entretenido y me ha servido para hurgar en mi particular maleta de nostalgia. Os lo recomiendo.
Poco más os puedo contar de este libro que mejor que leáis vosotros mismos si os interesa la temática*, así que he decidido enfocar la reseña recordando mi relación con los juguetes y, más concretamente, con algunos de los que aparecen en el catálogo.
De entrada decir que tengo 5 hermanos, así que imaginad la de juguetes que siempre hubo en mi casa*; además, a la hora de jugar todo era de todos. Entraban juguetes** por Navidad, por nuestros santos y cumpleaños, o cuando estábamos enfermos. Había muchos juguetes y jugábamos mucho entre todos. Teníamos una habitación para ello***, con lo que disfrutábamos mucho de la zona de juegos.
Os dejo con el listado de juguetes que aparecen en este peculiar y particular catálogo, y os cuento un poco* sobre algunos de ellos:
- Columpio: siempre me gustaron. En mi casa hubo uno durante muchos años; de él me quedan fotografías.
- Cometa: nunca entró una en mi casa y mi recuerdo de ellas se reduce a cuando las veía en la playa; siempre quise tener una y, en cuanto tuve ocasión, se la regalé a uno de mis sobrinos.
- Armas: hubo pocas en casa y eran de mi hermano; no recuerdo que me llamaran notoriamente la atención (ni a mis hermanas, la verdad).
- Coches de juguete: la mayoría de los que había en casa también eran de mi hermano. Tenía uno precioso color verde limón que nunca me dejaba, de los que sólo tenían las ruedas desmontables, y un día lo destrocé "sinquererqueriendo"; en seguida busqué aferrarme a las faldas de mi madre, intuyendo que mi hermano buscaría aferrarse a mí y no con fines cariñosos*.
- Muñeca: a pesar de todas las que hubo en casa (de 5 hermanos 4 son mujeres) no jugué mucho con ellas; era un juego que me aburría*.
- Muñeca Lenci: explican en el libro que es una muñeca de trapo, aunque el nombre no me suena de nada. No recuerdo ninguna en mi casa.
- Barbie: Nunca me gustó esta muñeca ni jugué con las de mis amigas. Ya de pequeña pensaba que estaba enferma de delgada que la veía.
- Bicicleta: Hubo varias en casa y algunos la cogían más que otros. Prefería ir de paquete y que me llevase mi hermano.
- Futbolín: He jugado poco y nunca me he divertido. Otro juego al que nunca le he visto la gracia.
- Canicas: Mi hermano tenía una colección maravillosa de todos los colores y tamaños, incluyendo las tan preciadas canicas plateadas (que tenían un nombre distinto que ahora no recuerdo). Cuando era muy pequeña tenía prohibido tocar el estuche de las canicas (daban por hecho que perdería alguna) pero llegó un día en que pude ¡tocarlas y jugar! Me encantaban. También se las he regalado a algún sobrino en cuanto he tenido ocasión.
- Bolos: los de jugar en casa. Me encantaban.
- Pompas de jabón: Me siguen gustando. Si me invitáis* a vuestro "cumple" no os extrañéis si aparezco con un bote. Cuando se nos acababa lo rellenábamos con agua y detergente lavavajillas.
- Construcciones: los cubos, columnas, semicírculos, rectángulos y demás piezas de madera, ¿os acordáis? A este tipo de juegos me podía pasar horas jugando. La versión moderna y mejorada fue el "Lego".
Cubos: esos cubos que eran rompecabezas, que estaban ilustrados por las 4 caras y se formaban 4 escenas distintas; ¡una maravilla!
Tamburín: he tenido que mirar en google qué es y nunca he visto uno. Además, por algunas fotos me ha parecido entender que es un deporte también.
Sellos: recuerdo estampar dibujos para jugar o adornar cartas que enviaba, e incluso me los estampaba por el cuerpo. Me siguen gustando* y los he regalado a mis sobrinos de pequeños.
Trenecito eléctrico: siempre me han encantado (y los de verdad, es mi medio de transporte favorito); también hubo uno en casa y jugué con él.
Peonza: hubo una en casa, de mi hermano también; en su día se me daba muy bien pero recientemente he intentado bailar las de mi sobrino y nada. Un chasco.
View-master: aunque la escritora describe estupendamente lo que es he tenido que buscarlo en google; y nada, no me suena haber visto siquiera uno de pequeña.
Yoyó: recuerdo haber jugado mucho, durante una época, con el yoyó, pero simplemente supe hacer el movimiento básico*.
Zoológico: tuve uno que me encantaba, el de Pinypon.
Y la autora en el libro rememora aún más su niñez y adolescencia con estos otros juguetes: Muñeco; Caleidoscopio; Caja de música; Casa de muñecas; Caballito de madera; Tachuelas; Comba; Cucú; Tentetieso; Cromos; Tirachinas; Silbato; Pinball; Fuerte; Dardos; Molinete; Recortables; Pizarra negra, pizarra mágica; Lego; Coche a pedales; Molinillo de café; Marioneta; Matrioshka; Patinete; Osito; Pelota; Globos; Ábaco; Buzo; Patines; Cocinitas; Pianola; Tejo; Cheminova; Pistola de agua; Plastilina; Scubidú* y Hula-hoop; Cubo y pala; Palillos chinos; Artículados; Soldaditos; Chapas; Volante (se refiere al bádminton, pero yo nunca había oído llamarlo así).
Como he dicho antes en la reseña, "Catálogo de juguetes" es un libro distinto en muchos aspectos, pero es un libro que a mí me ha gustado bastante. ¿Os llama la atención a vosotros?
Recuerda que puedes enviarme tu propia opinión de este libro.
[* Dato que entenderé perfectamente que a vosotros no os importe]
Por la diferencia generacional existente entre la autora y yo, no creí que fuese a tener tantos juguetes en común con ella pero la verdad es que jugué con casi todos los que aparecen en el libro, que me ha parecido muy entretenido y me ha servido para hurgar en mi particular maleta de nostalgia. Os lo recomiendo.
Poco más os puedo contar de este libro que mejor que leáis vosotros mismos si os interesa la temática*, así que he decidido enfocar la reseña recordando mi relación con los juguetes y, más concretamente, con algunos de los que aparecen en el catálogo.
[* Ya veis que no es una novela]
De entrada decir que tengo 5 hermanos, así que imaginad la de juguetes que siempre hubo en mi casa*; además, a la hora de jugar todo era de todos. Entraban juguetes** por Navidad, por nuestros santos y cumpleaños, o cuando estábamos enfermos. Había muchos juguetes y jugábamos mucho entre todos. Teníamos una habitación para ello***, con lo que disfrutábamos mucho de la zona de juegos.
[* Una pasada, vamos]
[** Y libros, en casa siempre ha habido muchos libros]
[*** Nuestros amigos alucinaban]
[*** Nuestros amigos alucinaban]
Os dejo con el listado de juguetes que aparecen en este peculiar y particular catálogo, y os cuento un poco* sobre algunos de ellos:
[* Podría hablaros mucho de casi todos pero no es mi intención aburrir a nadie]
- Columpio: siempre me gustaron. En mi casa hubo uno durante muchos años; de él me quedan fotografías.
- Cometa: nunca entró una en mi casa y mi recuerdo de ellas se reduce a cuando las veía en la playa; siempre quise tener una y, en cuanto tuve ocasión, se la regalé a uno de mis sobrinos.
- Armas: hubo pocas en casa y eran de mi hermano; no recuerdo que me llamaran notoriamente la atención (ni a mis hermanas, la verdad).
- Coches de juguete: la mayoría de los que había en casa también eran de mi hermano. Tenía uno precioso color verde limón que nunca me dejaba, de los que sólo tenían las ruedas desmontables, y un día lo destrocé "sinquererqueriendo"; en seguida busqué aferrarme a las faldas de mi madre, intuyendo que mi hermano buscaría aferrarse a mí y no con fines cariñosos*.
[* ¿Intuición femenina?]
- Muñeca: a pesar de todas las que hubo en casa (de 5 hermanos 4 son mujeres) no jugué mucho con ellas; era un juego que me aburría*.
[* ¿Algún psicólogo en la sala?]
- Muñeca Lenci: explican en el libro que es una muñeca de trapo, aunque el nombre no me suena de nada. No recuerdo ninguna en mi casa.
- Barbie: Nunca me gustó esta muñeca ni jugué con las de mis amigas. Ya de pequeña pensaba que estaba enferma de delgada que la veía.
- Bicicleta: Hubo varias en casa y algunos la cogían más que otros. Prefería ir de paquete y que me llevase mi hermano.
- Futbolín: He jugado poco y nunca me he divertido. Otro juego al que nunca le he visto la gracia.
- Canicas: Mi hermano tenía una colección maravillosa de todos los colores y tamaños, incluyendo las tan preciadas canicas plateadas (que tenían un nombre distinto que ahora no recuerdo). Cuando era muy pequeña tenía prohibido tocar el estuche de las canicas (daban por hecho que perdería alguna) pero llegó un día en que pude ¡tocarlas y jugar! Me encantaban. También se las he regalado a algún sobrino en cuanto he tenido ocasión.
- Bolos: los de jugar en casa. Me encantaban.
- Pompas de jabón: Me siguen gustando. Si me invitáis* a vuestro "cumple" no os extrañéis si aparezco con un bote. Cuando se nos acababa lo rellenábamos con agua y detergente lavavajillas.
[* Sí, ahora, en la actualidad]
- Construcciones: los cubos, columnas, semicírculos, rectángulos y demás piezas de madera, ¿os acordáis? A este tipo de juegos me podía pasar horas jugando. La versión moderna y mejorada fue el "Lego".
Cubos: esos cubos que eran rompecabezas, que estaban ilustrados por las 4 caras y se formaban 4 escenas distintas; ¡una maravilla!
Tamburín: he tenido que mirar en google qué es y nunca he visto uno. Además, por algunas fotos me ha parecido entender que es un deporte también.
Sellos: recuerdo estampar dibujos para jugar o adornar cartas que enviaba, e incluso me los estampaba por el cuerpo. Me siguen gustando* y los he regalado a mis sobrinos de pequeños.
[* De hecho los sellos que hay para adultos y que no te miren raro al usarlo serían los ex libris, y obviamente yo tengo uno]
Trenecito eléctrico: siempre me han encantado (y los de verdad, es mi medio de transporte favorito); también hubo uno en casa y jugué con él.
Peonza: hubo una en casa, de mi hermano también; en su día se me daba muy bien pero recientemente he intentado bailar las de mi sobrino y nada. Un chasco.
View-master: aunque la escritora describe estupendamente lo que es he tenido que buscarlo en google; y nada, no me suena haber visto siquiera uno de pequeña.
Yoyó: recuerdo haber jugado mucho, durante una época, con el yoyó, pero simplemente supe hacer el movimiento básico*.
[* Arriba y abajo, y así sucesivamente]
Zoológico: tuve uno que me encantaba, el de Pinypon.
Y la autora en el libro rememora aún más su niñez y adolescencia con estos otros juguetes: Muñeco; Caleidoscopio; Caja de música; Casa de muñecas; Caballito de madera; Tachuelas; Comba; Cucú; Tentetieso; Cromos; Tirachinas; Silbato; Pinball; Fuerte; Dardos; Molinete; Recortables; Pizarra negra, pizarra mágica; Lego; Coche a pedales; Molinillo de café; Marioneta; Matrioshka; Patinete; Osito; Pelota; Globos; Ábaco; Buzo; Patines; Cocinitas; Pianola; Tejo; Cheminova; Pistola de agua; Plastilina; Scubidú* y Hula-hoop; Cubo y pala; Palillos chinos; Artículados; Soldaditos; Chapas; Volante (se refiere al bádminton, pero yo nunca había oído llamarlo así).
[* Esto nunca lo había visto ni escuchado; ni cuando he visto lo que era en google me ha sonado]
Como he dicho antes en la reseña, "Catálogo de juguetes" es un libro distinto en muchos aspectos, pero es un libro que a mí me ha gustado bastante. ¿Os llama la atención a vosotros?
Recuerda que puedes enviarme tu propia opinión de este libro.
Ay, qué monería de portada. :-D
ResponderEliminarOtro libro hacia la nostalgia que nos traes por aquí :)
ResponderEliminarPues yo, que soy de otra generación distinta, todavía me lo he pasado pipa con algunos de estos jueguetes. Recuerdo que me encantaba volar cometas en el pueblo con mi padre, al futbolín aún juego hoy en día algún sábado noche, y hasta recuerdo haber tenido uno de esos trenecillos eléctricos. A lo que nunca le llegué a ver la gracia (era un manta xD) era al yoyó.
Un besote!
Curiosa lista de juguetes, algunos me suenan bastante por haber podido disfrutar de ellos. En casa también teníamos una habitación para jugar, que con el tiempo se convirtió en estudio.
ResponderEliminarPero mejor es como has escrito esta entrada*
[*me ha gustado]
Un abrazo
Creo que es un libro que a mi no me gustaría pero me alegro que a ti si te haya gustado.
ResponderEliminarPues el libro no sé, pero tu post es estupendo :-) Qué buen rato me has hecho pasar recordando juguetes e infancia con mi hermano. Me lo apunto. Besos.
ResponderEliminarMe ha encantado la reseña =)
ResponderEliminarFicho el libro!
Besotes
Qué bonito es recordad nuestros juguetes, verdad? Yo tengo unos cuantos guardados (me dio pena darlos en su día) y cuando los veo me enternezco.
ResponderEliminarAbrazo!
Acabo de descubrir tu blog! me gusta mucho, no dudo en quedarme como seguidora! un beso! nos leemos!
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